Cada 3 horas, en Argentina, una niña de entre 10 y 14 años se convierte en madre (Niñas madres). En lo que va de 2018, 13 niñas fueron asesinadas y la mayoría de ellas, además, abusadas sexualmente. En el mismo país donde esto sucede y en el que existe una Ley de Educación Sexual Integral desde el año 2006, grupos religiosos y asociaciones autodenominadas pro vida se oponen -a través de campañas y hasta manifestaciones públicas- a que se enseñe educación sexual integral con perspectiva de género en las escuelas.
Desde Latinlab, entendemos que todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a recibir información y acceder a contenidos de Educación Sexual Integral y que el Estado, a través del sistema educativo, es el responsable de garantizar este derecho.
Frente a las campañas que, con eslogans como #Conmishijosno o #Noalaideologíadegénero, se oponen al dictado de estos contenidos, creemos que es fundamental tomar posición, argumentar y defender el derecho de chicos y chicas a recibir Educación Sexual Integral.
- Incorporar la educación sexual integral dentro de las propuestas educativas orientadas a la formación armónica, equilibrada y permanente de las personas;
- Asegurar la transmisión de conocimientos pertinentes, precisos, confiables y actualizados sobre los distintos aspectos involucrados en la educación sexual integral;
- Promover actitudes responsables ante la sexualidad;
- Prevenir los problemas relacionados con la salud en general y la salud sexual y reproductiva en particular;
- Procurar igualdad de trato y oportunidades para varones y mujeres.
A partir de estos objetivos, la ESI propone que las escuelas desarrollen clases y actividades para que chicos y las chicas, de acuerdo a sus edades, aprendan a conocer su propio cuerpo, adopten valores y actitudes responsables relacionadas con la sexualidad, conozcan y respeten el derecho a la identidad, la no discriminación y el buen trato, puedan saber más sobre su proceso de crecimiento, el cuidado y respeto de su propio cuerpo y el de los demás. Y sobre todo, encuentren espacios donde hablar de temas que son fundamentales para su desarrollo y su propia identidad, con adultos responsables.
En el caso de los y las adolescentes, algunas de las herramientas que propicia la ESI son:
- Expresar sus emociones y sentimientos
- Decidir con libertad y responsabilidad cuándo iniciar las relaciones sexuales y con quién
- Evitar embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual
- Conocer el derecho de las adolescentes embarazadas a seguir estudiando
- Respetar la diversidad sexual y rechazar toda forma de discriminación
- Construir un análisis crítico sobre los mensajes cotidianos sobre la sexualidad (televisión, Internet, chistes)
- Saber a quién acudir en caso de violencia sexual
Para todos y cada uno de estos objetivos, el Ministerio de Educación de la Argentina desarrolló materiales específicos para cada nivel y para trabajar en familia.
En el siguiente sitio web se puede acceder a ellos, clasificados según sea para nivel inicial, nivel primario, nivel secundario y familias:
- Reafirmar la perspectiva laica y científica de la ley
- Declarar la ley de orden público. (Es decir, que no dependa de las provincias adherir o no)
- Eliminar del texto la posibilidad de que los establecimientos educativos adapten la ESI a “su ideario institucional y a las convicciones de sus miembros”. Es decir, que los contenidos mínimos curriculares deben ser enseñados obligatoriamente en todas las instituciones educativas. Explica Cahn «por ejemplo, las escuelas confesionales podrán, como parte de su ideario, recomendar la abstinencia como forma de evitar embarazos no planificados o infecciones de transmisión sexual, pero no cercenar el derecho de sus alumnos a conocerlos y saber de su eficacia ni de otras alternativas».
- Permitir el trabajo de contenidos de la ESI de manera transversal (algo que establece la ley hasta ahora) pero incorporar espacios curriculares específicos, es decir, en talleres semanales o materias de ESI
- Incorporar preguntas relacionadas con la enseñanza y aprendizaje de la Educación Sexual Integral en los operativos de evaluación del sistema educativo nacional
Con nuestros niños y niñas, sí
Como mencionamos anteriormente, la Educación Sexual es un derecho. No depende de las familias enseñar o no sobre estos temas sino que el Estado debe garantizarlo. Y para eso, justamente, existe la ley. Para que todos los chicos y chicas de la Argentina puedan acceder a contenidos mínimos comunes sobre este tema que les permitan conocerse, cuidar su cuerpo y el de los demás, acceder a información sobre su sexualidad, despejar dudas e inquietudes, aprender a respetar la diversidad y la equidad de género y, sobre todo, encontrar estrategias para defenderse de abusos sexuales que, en la mayoría de los casos, ocurren en el ámbito intrafamiliar.